Cuando vivimos en una casa pequeña y llega el momento de renovar el baño, todas las ideas para ahorrar espacio son bienvenidas. Si en otros artículos hemos visto cómo podemos utilizar los metros cuadrados del baño para colocar algunos electrodomésticos como la lavadora y la secadora, en este caso vamos a intentar ahorrar centímetros minimizando el espacio que ocuparemos al poner nuestra ducha.
Existen varios modelos de duchas, y no todos tienen que pasar por instalar un plato con una mampara, aunque sea lo más cómodo y lo más funcional. Además, hay muchos tamaños, cuadrados, rectangulares e incluso con una esquina redondeada para ahorrar un poquito más de espacio.
Vamos a ver las mejores opciones y, en el caso de que tengamos pocos metros cuadrados para instalar nuestro nuevo santuario para ducharnos, las que incluyen los platos de ducha que menos espacio ocupan.
¿Qué encontrarás en este artículo?
¿Cuánto debe medir una ducha como mínimo para que sea cómoda?
Bien, para responder a esta pregunta, lo primero que hay que tener en cuenta es que conseguir el plato de ducha más pequeño posible no puede estar reñido con un espacio para ducharnos que luego resulte totalmente incómodo.
¿A qué nos referimos con esto? A que usemos el sentido común. No podemos tratar de instalar uno de los antiguos platos de ducha de 50 x 50 centímetros, si nuestro físico o el de nuestra pareja se asemeja al de un jugador o jugadora de baloncesto profesional, o, poniéndonos en un caso extremo, ¡al de un luchador de sumo!
Si tenemos que hablar de medidas estándar, hace años las medidas de los platos de ducha podían ir desde los platos cuadrados de 50×50 cm, pasar por otros de 60×60 y acabar estandarizando las medidas a los platos de 70 por 70 centímetros, que es en lo que se ha fijado actualmente.
Pero como decimos, a ese plato de ducha luego hay que colocarle una mampara (o en caso de bajísimo presupuesto una cortina a las muy malas). Si nuestros pies caben en el plato de ducha, pero luego el cuerpo no nos entra en el espacio de la mampara, habremos instalado algo totalmente incómodo para nuestra higiene diaria.
Opciones para duchas cómodas en poco espacio
Habrá una diferencia clara dependiendo de dónde partamos. Si partimos de un lavabo que tenía una bañera, ahora será facilísimo acomodar un plato de ducha o una ducha de obra en ese espacio. Si antes cabíamos en la bañera, mucho tiene que haber cambiado nuestro cuerpo para que ahora no podamos hacerlo en todo el espacio que ganaremos sin la zona de “paredes anchas” que tiene una bañera.
Partiendo de un cuarto de baño que tenía un plato de ducha, podríamos ganar algunos centímetros dependiendo del tipo de obra que hagamos. Optar por una zona de aguas a medida, con un pequeño borde de entrada y una cortina o una fina mampara para aislar el resto del baño del chorro de agua de la ducha, servirá perfectamente para nuestro propósito.
Simplemente, debemos recordar que la anchura mínima que se entiende hoy en día por “cómoda” está en torno a los 70 centímetros. Por lo que, si optamos por un plato de ducha, cuadrado, rectangular, o una ducha de obra de alguna medida más irregular, deberíamos disponer de ese espacio para que la entrada a la ducha y la movilidad interna después sean mínimamente agradables.
¿Se puede hacer la ducha a medida?
La posibilidad está ahí, ya que como decíamos al principio, no es necesario de por sí hacer un espacio para lavarnos que incluya un plato de ducha de resina, cerámico o acrílico.
Podríamos encargar a nuestro albañil de confianza que nos construya uno a medida con azulejos en el suelo, una inclinación adecuada para evacuar el agua y, evidentemente, el desagüe en su zona correspondiente.
Mampara de ducha, cortina o incluso ladrillos de pavés
De nuevo los metros cuadrados de que dispongamos marcarán nuestras limitaciones. Ya hemos comentado que el estándar, en cuanto a comodidad mínima necesaria, sería que la ducha tuviera unos 70 centímetros de anchura, por lo que ahora hemos de pensar en que también acabaremos ocupando el espacio vertical que bordea a nuestro plato o zona de ducha.
Las cortinas de ducha es lo que menos espacio ocupa, además de que se pueden retirar hacia uno de los extremos cuando no los estamos utilizando, por lo que ganamos muchísima movilidad en los momentos en los que usamos el baño para otros menesteres. El inconveniente de las cortinas de ducha: Son un poco feas (algunas) y es la opción que deja un diseño de baño algo más desangelado o antiguo. Pero esto ya es opción de cada uno y basado en su presupuesto.
Las mamparas de ducha ocupan un poco más, puesto que queramos o no tendremos una especie de pared vertical que, aunque sea translúcida, separa verticalmente la zona de ducha de todo el resto de espacio disponible en el baño. La ventaja: visualmente el baño queda muy bonito, respira luminosidad y parece más elegante y terminado.
Las duchas a medida, especialmente las que tienen un espacio alargado para que entren personas mayores, por ejemplo, se delimitan a veces con ladrillos de pavés. Son esos ladrillos de vidrio, que pueden ser de colores, translúcidos u opacos, incluso con burbujitas de aire dentro. Evidentemente, la anchura de una “pared” construida con ladrillos de pavés es muchísimo mayor que la de una mampara, pero de nuevo el uso, el espacio disponible y el gusto por el resultado final de la zona de aguas, será lo que permita elegir una cosa u otra.
Conclusiones finales
Ya podéis ver que hay muchas opciones para colocar un plato de ducha pequeño o instalar una ducha cómoda en poco espacio. Todas son buenas, y los factores que deben primar a la hora de decidirnos son un poco nuestro gusto estético y sobre todo nuestra comodidad, guiada principalmente por el sentido común.