Lo sabemos, no te va la vida en ello, pero en el fondo de tu ser es una pregunta que viene a tu cabeza y por algún motivo necesitas saber la respuesta ¿Dónde navegará más rápido un barco, en el océano o en un lago o río?
Pues bien, vamos a intentar resolver esa pregunta que tanta curiosidad despierta en ti y que tantas veces te habrás hecho… Aunque has de saber que no hay una respuesta exacta y que depende de tantas variables que es casi imposible ofrecer una respuesta general satisfactoria, no obstante, vamos a intentarlo.
El principio de Arquímedes
Para arrojar un poco de luz sobre el tema hay que recurrir -como es normal- a la física, pero tranquilo que no vamos a responder con cientos de fórmulas, de forma que solo los físicos puedan entender lo que vamos a contar. Lo vamos a contar de manera que todo el mundo lo entienda.
En concreto, la clave para responder a este dilema está en el principio de Arquímedes que dice así:
Un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo experimenta un empuje vertical hacia arriba igual al peso del fluido desalojado
Y esto, ¿qué significa? Pues que cuando algo es sumergido, lo que la parte sumergida de ese objeto hace es desalojar el fluido en el que se sumerge. Por ejemplo, si metes un huevo en un vaso de agua verás que el nivel del agua del vaso sube, eso es lo que llamamos fluido desalojado.
Ese fluido desalojado tiene un peso y aquí está la clave de la cuestión. Cuando un barco se sumerge parcialmente en el mar (agua salada) o en una masa de agua dulce, desaloja un volumen de fluido en concreto, pero el agua salada es más densa que el agua dulce debido a las sales disueltas en ella.
Por lo tanto, a igualdad de peso del fluido desalojado en el caso del agua salada se desaloja un volumen mayor, lo que hace que el barco (siempre en igualdad de condiciones) tenga mayor calado en agua dulce.
Este mayor calado provocará mayor rozamiento y en consecuencia, en igualdad de condiciones, un barco navegaría más rápido en agua salada que en agua dulce.
¿Y en la vida real?
Ahora bien, la respuesta científica atendiendo a la física es irrefutable. Un barco en igualdad total de condiciones: peso, carga, distribución de peso, potencia del motor, etc. navegará más rápido en agua salada que en agua dulce.
Pero si tu pregunta es si navegará más rápido en el mar que en un lago o en un río, es aquí donde la respuesta se vuelve totalmente incontestable de forma general ¿Por qué? Por todos los factores adicionales que tendría la ecuación.
Incluso suponiendo que es el mismo barco, con la misma carga, con la misma potencia a las mismas RPM (revoluciones por minuto) de los motores, hay docenas o quizás cientos de factores determinantes adicionales. ¿Como cuáles?
- Resistencia del viento: esto ya no determinará solo si el barco navega más rápido en un tipo de agua u otro, es que esto puede influir en la velocidad del barco en el mismo tipo de agua. A más viento mayor resistencia o mayor empuje (si el viento es de popa) y habrá variaciones.
- Oleaje: los lagos y ríos apenas tienen oleaje, mientras en el océano puede haber olas incluso de varios metros, esto influirá y en gran medida en la velocidad del barco.
- Corrientes: en lagos suelen ser inexistentes, sin embargo, en el océano o en ríos si pueden ser muy fuertes, si se navega a contracorriente o a favor de ella, en igualdad de condiciones del barco la velocidad se verá afectada.
Estos son solo tres de los factores más típicos que suelen influir en la velocidad de navegación de los barcos, en lo que al entorno se refiere, pero como comentábamos anteriormente, hay cientos de ellos, los cuales te invitamos a investigar para seguir aprendiendo.